Manga, Anime y Merchandising

Todo tiene su comienzo, te gusta una cosa y con ella (y su respectiva publicidad al final de ese material) te llaman la atención otras, terminas comprando y devorando todo lo que pillas.

Eres pequeño, de repente, te encuentras que ¡OH!, en la tienda de videojuegos X hay un llavero de la serie que viste de pequeño en la televisión autonomica de cataluña, la necesitas, necesitas esa caca rosa con patitas y sonrisa megafeliz.

Sigues la vida en la ciudad de Huesca y das gracias de poder seguir consiguiendo Dragon Ball y Dr Slump en manga...

Pasa tiempo, creces, vas a estudiar fuera y te encuentras que no eres el único que conoce Dragon Fall y que en Zaragoza hay unas tiendas llamadas "especializadas", ¡donde puedes encontrar montones de mangas, comics y muñequitos de tus series favoritas!, pero las pelas no dan para tanto, aunque ya sabemos que está allí, que hay algo más.

Internet, oh, gran invento de la humanidad, descubres que esa serie que te enseñó tu amigo que había encargado en una revista a madrid, ¡puedes encontrarla y descargarla para tu propio visionado!, tardas 3 meses en descargarla, pero da igual, eres feliz con esa serie y la ves hasta cansarte.

Descubres la DD (Descarga directa) y te das cuenta que puedes bajar ¡¡1MB en 40 segundos!! y que hay gente que está subiendo series de tu infancia! con lo cual empiezas a bajarlas, también te llaman la atención otras series, también las bajas, a todo esto, comienzas a fijarte que los CD´s no son muy baratos, pero te pateas todas las tiendas de Huesca para ver cuales son los mejores y más baratos.

Con el Anime, te pica el gusanillo el Manga y claro, si comienzas a currar y ganar pasta... ¿no te vas a dar un caprichito? al fin y al cabo, en internet, también has descubierto que hay tiendas on-line, la gente no habla muy bien de ellas, pero ves que está el último número que no tienes (y fue editado hace 4 o 5 años) y decides arriesgarte (al fin y al cabo, es contra-reembolso) para por fin leer el final del manga...

Coño, ha llegado, aprobechaste para pedir un par de tomos de una serie que te llamó la atención y que mira por donde, también te gusta, te la terminas.

Trabajos -> Dineros -> Salones del manga -> Manga mil...

De repente, cuando llevas bajado montón de anime, tienes montón de manga, ves las tiendas de venta en internet y dices, hostia, que muñeco más chulo de Mi Vecino Totoro, que coño, no me voy a dar un capricho...